Juan Carlos Valdivia

Cuestión de supervivencia

Fuerza Popular en proceso de “desalbertización”

Cuestión de supervivencia
Juan Carlos Valdivia
10 de octubre del 2017

Las declaraciones de Cecilia Chacón el domingo en El Comercio, ratifican lo afirmado en esta columna: el fujimorismo es la lealtad al gobierno de Alberto Fujimori, mientras Fuerza Popular está en proceso de ser alguna forma de fujimorismo parlamentario, a convertirse en una organización política que busca diferenciarse de Alberto Fujimori. En el proceso de buscar una identidad, la organización que lidera Keiko Fujimori atravesó en la etapa electoral un proceso de “desalbertización”, que ha ido creciendo en la medida que han optado no en convertirse en una alternativa de gobierno, sino en forjarse como opositores al Ejecutivo.

Para Fuerza Popular es necesario cada vez más diferenciarse de Alberto Fujimori y de su gobierno, mientras construyen su propia historia. Quienes hoy dirigen Fuerza Popular, salvo un par de casos de excepción, no han tenido participación en el gobierno de la década de los noventa. Sienten, creen, que están construyendo un partido político, aunque no puedan definir aún cuál es el modelo de sociedad que proponen.

Y todo ese rollo —que busca crear una biografía propia, mostrar una generación fundacional que no ha participado del gobierno de Alberto Fujimori, una supuesta vocación democrática, republicana, que defiende la democracia representativa y a los partidos políticos como sociedades que intermedian— los diferencia de un Alberto Fujimori que no cree en los partidos políticos (Chacón dixit).

Pero ¿qué sucede si Alberto Fujimori recobra su libertad gracias a un indulto presidencial? ¿Podrán sostener en Fuerza Popular su diferencia con el fujimorismo? Entre los líderes de Fuerza Popular se veía con preocupación las apariciones de Kenji Fujimori con el presidente Kuczynski, pues de liberarse a Alberto Fujimori se vería como una gestión del congresista Fujimori y no de la llamada “lideresa” del partido Fuerza Popular. Por eso, curándose en salud ante la supuesta inminencia del indulto, comienzan a marcar distancia de Alberto Fujimori. Y lo hacen no solo en defensa del papel de Keiko, sino también pensando en el propio, que sería postergado de tener Alberto Fujimori una presencia protagónica.

Curiosa situación, en la que el supuesto partido fujimorista comienza a distanciarse de su llamado “líder histórico” encontrando diferencias sustanciales entre aquel y la actuación de hoy en día. Cuestión de supervivencia que le llaman. Es la naturaleza de los hombres, dicen. Cosas del pragmatismo fujimorista.

Juan Carlos Valdivia

 

Juan Carlos Valdivia
10 de octubre del 2017

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