Corrupción “made in Peru”

Hace tan solo unos días Ipsos publicó una encuesta nacional que revelaba que hoy, por primera vez en ocho años, más que la inseguridad, para los peruanos la corrupción es el principal problema del país. Este panorama sombrío no debería sorprender debido a que los escándalos de corrupción han azotado cual huaico a nuestros políticos, a los que los peruanos ya no creemos. Aquí una breve reseña de cómo nos va en los índices internacionales.

El Índice de Percepción de la Corrupción que realiza Transparencia Internacional, mide a través de una serie de encuestas elaboradas por “instituciones independientes especializadas en análisis de gobierno y clima de negocios”, la percepción de especialistas y empresarios de cuán corrupto es un país (https://bit.ly/2jxqRVd). Este índice es el más usado internacionalmente para medir la corrupción, y con la información obtenida se elabora un ranking que incluye a diversos países y territorios. Así las cosas, Perú ha venido cayendo sistemáticamente al fondo de la tabla desde su primera aparición. En 1998, ocupábamos el puesto 41 de 85, mientras que en 2017 estamos en el 96 de 180.

Para que no se diga que esta es una columna tendenciosa, solo haré mención de los resultados desde el 2008, debido a que desde ese año el índice mide a 180 jurisdicciones. Los resultados son ciertamente desalentadores y es que nos ha ido así: 2008 (72), 2009 (75), 2010 (78), 2011 (80), 2012 (83), 2013 (83), 2014 (85), 2015 (88), 2016 (101), 2017 (96).

Como se puede observar, desde el 2008 (y en realidad desde 1998) el Perú se ha desempeñado cada vez peor. En particular, de los datos se desprende que el descenso que hubo en el Gobierno de Humala (2011-2016) fue el más más pronunciado, ya que caímos 21 posiciones, (de 80 a 101). Curiosamente se puede observar que el único repunte que hemos tenido ha sido en el 2017, escalando cinco posiciones con respecto al año anterior. Ello se explica porque el 2017 fue el año en que exclusivamente gobernó PPK y la percepción, al menos, era que su Gobierno iba a ser más limpio que el de Humala, quien para entonces ya se encontraba incluso en la cárcel. No obstante, dada las revelaciones del conflicto de intereses de PPK con Odebrecht, los kenjivideos y la vacancia, es de esperar que el 2018 la percepción de corrupción vuelva a subir (como ya lo demostró Ipsos) y caigamos más posiciones.

Respecto al Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage, mide —como su nombre lo dice— la libertad económica de 180 países, analizando cuatro categorías de indicadores: imperio de la ley, tamaño del gobierno, eficiencia regulatoria y mercados abiertos. Lamentablemente este índice solo nos enseña nuestro ranking general promediando todas las categorías, lo cual es engañoso. En el 2018 estamos en el puesto 43. Sin embargo, en la categoría imperio de la ley nos encontramos literalmente en rojo, debido a que estamos especialmente bajos en los indicadores de efectividad judicial e integridad del gobierno, debido a que “el sistema judicial tiene un gran retraso y es sujeto a influencia política y corrupción”, y a que los peruanos vemos la “corrupción tan generalizada en todas las ramas de gobiernos nacionales, regionales y locales, especialmente en los sistemas judicial, militar y penitenciario” (https://bit.ly/2Kax4l3).

En conclusión, yo me pregunto cómo no sufrir por el Perú si sus últimos cinco presidentes democráticamente electos están siendo investigados y hasta sentenciados por corrupción. Desde la distancia, me duele en el alma.

Edimburgo, 24 de abril de 2018.