Raúl Mendoza Cánepa

CONVERSACIONES CON PIGLIA

CONVERSACIONES CON PIGLIA
Raúl Mendoza Cánepa
09 de enero del 2017

Sobre el hondo calado de la sabiduría del escritor argentino

Uno de los libros más trascendentes del 2016 fue el publicado por el Fondo Editorial de la Universidad César Vallejo: La forma inicial. Conversaciones en Princeton con Ricardo Piglia. Es un conjunto de textos que a lo largo de 260 páginas nos acercan a la sabiduría de este escritor argentino, recientemente fallecido. Autor de novelas como Respiración artificial, Plata quemada o Blanco nocturno, sus entrevistas, conversaciones, charlas y discursos sobre diversos temas, no solo nos capturan, sino que son imprescindibles en temas como la literatura, los métodos de escritura y lectura, la política, la economía...

En una conversación con Horacio González y Sebastián Scolnik (Biblioteca Nacional de la Argentina), en Buenos Aires (2007), Piglia sostiene, entre otras muchas cosas: “Yo he construido una especie de modelo histórico, un poco en broma, con dos posiciones. La primera, que podríamos llamar la pose Kafka, es el modelo del lector que se encierra y se aísla y no quiere ser interrumpido. La ambición de Kafka de encerrarse en un sótano y que le dejaran la comida en la puerta, para poder caminar un poco, pero no ver a nadie y estar aislado o la metáfora que los medios usan siempre: ¿qué libro se llevaría usted a una isla desierta?”. Piglia señala que la lectura perfecta y personal estaría asociada con el aislamiento, y el punto extremo sería estar solo en una isla con un solo libro.

Más adelante dice: “Borges ha dado el paso de la imagen de la biblioteca como espacio de saturación y de lectura sucesiva a la invención de una imagen que se acerca a la experiencia de la lectura simultánea y a la Web. Eso está en El Aleph…”

Impresiona su discurso en la Universidad de Talca para recibir el Premio José Donoso (2005). La vida puede tornarse en literatura y los partícipes, nosotros, en autores de una magnífica historia. Menciona cómo durante la dictadura argentina empezó a circular un relato “muy elíptico, muy estructurado”. Ocurrió que alguien le contó a alguien, y así sucesivamente, que  al amanecer había visto pasar un tren de carga, “lento, interminable, lleno de ataúdes. Un tren con féretros que iba hacia el sur, en la noche. Y esa historia, esa imagen fantástica de alguien que en el medio de la noche ve pasar un tren cargado de ataúdes, empezó a circular por la ciudad”.  

Trasciende su conversación con Edgardo Dieleke en la biblioteca de la Universidad de Princeton en diciembre de 2008.  Dice que Sábato quedó relegado, acaso porque era un tipo de escritor “con posiciones políticas muy oportunistas, muy exhibicionista, antipático y muy arrogante”.  Se aproxima a Onetti, sugiriendo su vinculación de lector del género policial y que mal se hace en tratar de ubicarlo como precursor en una historia de la evolución de la novela.

Recomendable es la entrevista concedida la revista Recto/Verso, en diciembre de 2007. El escritor argentino ha seguido borradores de novelas notables e indica que los borradores muestran la incertidumbre que siempre define a un relato antes de su versión definitiva...

En la entrevista concedida a Ana Solanes, en Cuadernos Hispanoamericanos (2007), dice: “Lo que se aprende a medida que se escribe es lo que no se quiere hacer. En eso todos los escritores somos como el copista Bartleby de Melville… Eso sí, desde que empecé, siempre pienso que el libro que estoy escribiendo es el mejor...”.

Bastante reveladora de la relación crítico-escritor en una sola persona resulta su afirmación: “Los escritores que escriben crítica, como Pound o Pasolini o Auden, leen de un modo muy particular. Están siempre atentos a la forma, se interesan más por la construcción que por la interpretación, se preguntan cómo está hecho un libro antes de preguntarse qué significa”.

Este libro nos entrega mucho más (discursos, escritos…) y todo de tan magnífica factura intelectual, que cualquier reseña  simplifica y transgrede los parámetros de su propia elaboración. Un legado de Piglia publicado por el Fondo Editorial de la Universidad César Vallejo, que se recomienda leer no solo como un tributo al admirado y hoy extrañado escritor, sino como una demostración del hondo calado de su sabiduría y de su vasta mirada del mundo y de las Humanidades.

Por Raúl Mendoza Cánepa

Raúl Mendoza Cánepa
09 de enero del 2017

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