Consenso social

Formalizar la economía para echar a andar la rueda del desarrollo

Afortunadamente, desde el inicio del anterior proceso electoral, la ciudadanía se percató de que las propuestas de “transformación” del 2011 no fueron más que una gran frustración. La economía se ralentizó, no hubo inversión, tampoco se generaron suficientes puestos de trabajo y la pobreza y la desnutrición infantil empezaron a asomar por encima de los niveles alcanzados en la anterior administración.

Sin trabajo difícilmente se logran los resultados esperados; pero sin un norte, el trabajo desarrollado puede resultar de lo más ineficiente. La declinación en el ritmo de crecimiento de la economía en los últimos cinco años se debió tanto a la falta de convicción de las anteriores autoridades, como al mensaje constante y reiterado de quienes consideran que deben aprovecharse del trabajo ajeno. El argumento que siempre emplean es “lo hacemos en favor de todos”; claro que ese “todos” son quienes tienen por objetivo capturar los aparatos del Estado y nunca dejarlos. Esa es la razón por la que en los países donde llega la izquierda al poder se desprecia la alternancia. Ejemplos de esto tenemos muchos en América Latina.

Felizmente para la segunda vuelta tuvimos en contienda a dos propuestas programáticas que no difieren sustancialmente. Por eso es que el nuevo presidente, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), rápidamente ha alcanzado un significativo respaldo ciudadano. La ciudadanía es más consciente de que PPK no requiere de mayores ingresos económicos, y que a sus juveniles setentas está pensando más en el legado que le puede dejar al país que en las ventajas que podría alcanzar.

Adicionalmente, PPK es un hombre de experiencia en materia económica y sabe hacia dónde desea conducir los destinos del país. Plantea bajar el IGV progresivamente, con la finalidad de promover la formalización de la economía y, por consiguiente, indirectamente lograr una mayor recaudación fiscal. Otros consideran que la apuesta es arriesgada, pero el objetivo es disminuir la carga del Estado para los ciudadanos y dejar que más recursos sean administrados por nosotros mismos, para que tengamos mayor libertad y responsabilidad al tomar nuestras propias decisiones.

Si fortalecemos en la percepción de las personas que el Estado todo lo puede (lo cual es falso), de inmediato surgen políticos que, aprovechándose del concepto cimentado, empiezan a formular políticas públicas, así como instrumentos legislativos para obligar al Estado a implementar medidas de gobierno en función a sus particulares puntos de vista. De allí a que los “hacedores de política” den el salto a la arena política hay solo un paso.

En la actualidad, PPK vive su luna de miel con el electorado. Por ello resulta indispensable que su gobierno dé a conocer que está dispuesto al diálogo constructivo en favor de la ejecución de pequeños y grandes proyectos, pues la economía requiere de importantes inversiones de capital para echar a andar la rueda del desarrollo.

La minería es una de las principales actividades económicas del Perú y desde hace cinco años tiene en el partidor importantes proyectos, a la espera de una señal gubernamental. Transformar la riqueza natural en una oportunidad de desarrollo para todos es el gran desafío.

 

¡Qué estamos esperando!

 

Guillermo Vidalón del Pino