Franco Germaná Inga

¿Cómo frenar la violencia contra la mujer?

¿Cómo frenar la violencia contra la mujer?
Franco Germaná Inga
16 de agosto del 2016

Sobre la necesidad de ver el bosque y no solo los árboles.

Arlette Contreras fue agredida, perseguida y arrastrada del cabello por Adriano Pozo en un hotel de Ayacucho, según se mostró en un video que nos indignó a todos. Posteriormente, la abogada Zoila Salinas fue asesinada a cuchillazos por su pareja, en su domicilio ubicado en Las Casuarinas en Surco. Asimismo, dos policías están acusados de violar a una niña de 14 años dentro y fuera de una comisaría en Loreto. ¿Qué tienen estos casos en común? Los agresores y las víctimas pueden tener nombres diferentes, los casos han ocurrido en distintas regiones y las víctimas han corrido una suerte diferente, pero todos revelan una misma realidad: lo común que es el maltrato contra la mujer.

Fueron precisamente casos como estos, sumados a la indiferencia de algunas autoridades al momento de atenderlos, lo que motivó la multitudinaria marcha #NiunaMenos, que expresó la indignación frente a este tipo de violencia y la exigencia de una pronta respuesta de las autoridades. En mi opinión, el momento para darle solución a este mal es ahora, porque se ha generado un consenso político en al menos tres planos: en la implementación de políticas públicas, sobre las sentencias que dicta el Poder Judicial y sobre el discurso que se utiliza.

En el primer plano, se reconoce la necesidad de implementar mejoras en los mecanismos de atención y protección a las mujeres maltratadas. Como ejemplo, es positivo que la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables anuncie que la Línea 100, que sirve para orientar y derivar a las víctimas a los Centros de Emergencia Mujer (CEM), en donde reciben tratamiento y asesoría multidisciplinaria, será repotenciada para admitir llamadas los siete días de la semana y las 24 horas del día.

Sobre el segundo plano, se exige al Poder Judicial que implemente sanciones efectivas a los agresores, en lugar de benignas sentencias con prisión suspendida. Finalmente, en tercer lugar, progresivamente va calando en la población que aquellos discursos que justifican las agresiones hacia la mujer, o que culpen a ellas, deben ser condenados socialmente.

No obstante, como dice el dicho popular, “no debemos dejar que la visión de un árbol nos impida ver el bosque”. No se puede analizar la problemática de la violencia contra la mujer en el Perú pensando que estos casos surgen espontáneamente, solo que cada vez son más frecuentes. Este problema no será solucionado solo con más políticas públicas de atención y protección a las mujeres, o con sanciones más drásticas a los agresores, ya que estas medidas son eminentemente reactivas. Con este enfoque, si alguien le pega a una mujer, tendremos unos centros muy buenos donde atenderlas y protegerlas, y además los agresores irán a la cárcel. Sin embargo, a la mujer igual le dejaron el ojo morado. Lo que también necesitamos son soluciones preventivas, principalmente sobre salud mental y educación.

En el Perú la salud mental está en crisis. El diario Perú211 informó en un artículo que hay “750 psiquiatras para atender a más de 30 millones de peruanos; es decir, uno por cada 40,000 personas”. En el mismo texto se cita a César Palomino, entonces decano del Colegio Médico del Perú, quien afirma que la OMS recomienda un psiquiatra por cada mil personas. En cuanto a la educación, no solo se forma a las nuevas generaciones con lápiz y papel, sino también con el ejemplo. ¿Qué ejemplo tiene un infante, si su padre maltrata a su mamá y ve que ella no se queja, sino más bien se culpa a sí misma?

Si a estos males le sumamos la falta de confianza que la población en general, y las mujeres en particular, en la autoridad, el resultado es calamitoso: es difícil ser mujer en el Perú. ¿Cómo explicarse que tantos policías estén acusados de violar a mujeres en las propias comisarías? Así hayan sido malos elementos, ¿acaso no estaban ellos para protegerlas?

Finalmente, tenemos que ser conscientes de que la violencia contra la mujer nos incumbe a hombres y mujeres, pues todos sin excepción estamos vivos porque tuvimos una madre. De la misma forma, dejémonos de prejuicios, esta violencia es transversal a las clases económicas y lugar de procedencia. No importa si una mujer es adinerada, de clase media o pobre, de la costa o de la sierra; todas son víctimas potenciales. Ojalá superemos este mal y en el futuro veamos que casos como estos fueron solo una cicatriz en la historia de nuestro país.

 

Franco Germaná Inga.

@FrancoGermana

 

1 Perú21. (2015, 06 de octubre). Solo hay 750 psiquiatras para 30 millones de peruanos, según Colegio Médico del Perú. Perú 21. Recuperado el 15 de agosto de 2016, de: http://peru21.pe/actualidad/solo-hay-750-psiquiatras-30-millones-peruanos-segun-colegio-medico-peru-2229093

 

Franco Germaná Inga
16 de agosto del 2016

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