¿Cómo afrontar una probable recesión global?

Sobre la necesidad de reformar el Estado para impulsar el desarrollo

 

Es probable que el próximo gobierno debe afrontar una situación de recesión y deflación internacional. Si bien los Estados Unidos han logrado afrontar la última crisis con mayor solvencia que Europa, la desaceleración de China no revierte y los precios de las materias primas continúan con tendencia a la baja. En este contexto, las primeras cifras de inversión pública de enero han sido patéticas: caída de 27%, con un desplome de 41% de la inversión nacional y de 59% de la regional. Lamentable en la medida en que la única manera de enfrentar la difícil coyuntura internacional será la aceleración de la inversión doméstica privada y pública.

 

De acuerdo a un reciente informe del BBVA, la economía mundial sigue complicada y no da visos de mejora. En el corto plazo, esta situación que nos afecta ha sido parcialmente compensada por el incremento de la producción de cobre de tres unidades mineras: Toromocho, Constancia y Antamina (la ampliación de Cerro Verde se sumará en el 2017). Los sectores no extractivos han continuado decayendo de niveles de crecimiento de 7% en 2013 a alrededor de 2% en la actualidad. El principal sostén complementario a la minería ha sido el consumo privado, ya que la inversión pública y privada ha venido retrayéndose. Como consecuencia, el subempleo ha empezado a aumentar y el empleo formal tiende a estancarse.

 

¿Cuáles son los retos entonces cuando solo se reconocen escasos 7 proyectos de envergadura en ejecución entre 2015 y 2016 (Longitudinal de la Sierra, Nodo Energético Sur, Talara, Línea 2 del Metro, Aeropuerto de Chincheros, Gasoducto del Sur y Terminal Portuario de San Martín)?

 

Lo esencial, es de Perogrullo decirlo, está en las reformas institucionales que podría lanzar un nuevo gobierno. Como sabemos el Perú se encuentra detrás de sus socios de la Alianza del Pacífico en términos de competitividad. La ineficiencia y sobrerregulación (nos cuenta Alberto Pasco Font en Día 1 que poner aire acondicionado en el Aeropuerto de Piura demoró ¡cuatro años por permisos!) están a la cabeza de los frenos económicos. La corrupción, el crimen y la inestabilidad política tienen un lugar “privilegiado” entre nuestros males. Y la oferta inadecuada de infraestructura, que es de origen burocrático y no financiero, nos daña fuertemente.

 

Los retos del nuevo gobernante son entonces claros: 1) reducir la brecha de infraestructura renovando por completo la gestión del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP). 2) Fortalecer la administración pública para hacerla más eficiente y “facilitadora” en lugar de “trabadora” 3) Lograr un mayor desarrollo institucional a nivel del Poder Ejecutivo, Legislativo y sobretodo Judicial. 4) Continuar con la reforma en la educación para tener capital humano en capacidad de darnos más productividad. 5) Dar pasos decididos para reducir la informalidad y la inseguridad en el país y 6) Darle mayor impulso al papel promotor del Estado sobretodo en temas relacionados con el planeamiento del desarrollo territorial.

 

Las reformas pro-mercado implementadas desde los años 1990 han cumplido su papel y deben mantenerse. Ahora es el turno de las reformas al interior del Estado para que este cumpla el papel que le corresponde en el desarrollo del capitalismo en el Perú.

DANIEL CORDOVA