Martín Taype

Colapso de la imagen de la clase política en el Perú

Ningún líder político peruano alcanza el 25% de aprobación

Colapso de la imagen de la clase política en el Perú
Martín Taype
28 de junio del 2018

 

Estando por finalizar la segunda década del siglo XXI en un entorno incierto y cambiante, en el ámbito económico y geopolítico, las organizaciones deben adaptarse a los cambios. Pero para hacerlo exitosamente deben contar con un clima de negocios que les permita desarrollarse, invertir y fomentar la investigación en el desarrollo de nuevos productos o servicios, a efectos de ser más competitivos en el mercado y cada vez más eficientes y eficaces.

Sin embargo, uno de los grandes problemas que enfrentan las organizaciones en el mundo es la inestabilidad política y de gestión, que afecta el clima de negocios. Para analizar este tema, específicamente en materia de inestabilidad política, voy a tomar como ejemplo el actual colapso de la imagen de la clase política en el Perú.

Según la reciente Encuesta Nacional Urbano Rural (de Ipsos Perú), difundida recientemente por El Comercio, en el país las instituciones están desprestigiadas. El Congreso de la República, los partidos políticos y el Poder Judicial cuentan con aprobaciones promedio menores al 25%.

También a imagen de los líderes de la clase política en el Perú es muy mala. Ningún líder de un partido político con representación nacional alcanza el 25% de aprobación. Así tenemos a Verónika Mendoza con 22%, César Acuña con 19%, Keiko Fujimori y Alfredo Barnechea con 18%, y Alan García con 10%.

Asimismo, según la citada encuesta la corrupción pasó a ser el principal problema del país y desplazó a la inseguridad al segundo lugar. Y es que los escándalos de corrupción sacuden a todos los niveles y sectores del Estado peruano y de la clase política. El Caso Odebrecht es un ejemplo del descrédito de los actores políticos.

Esta situación se ve reflejada también en la caída del apoyo a la democracia. Según la última encuesta urbano rural del Latinobarómetro, solo el 45% de peruanos considera que esta es preferible a cualquier otra forma de gobierno, el porcentaje más bajo desde hace siete años.

Esta falta de liderazgo político y el bajo apoyo a la democracia son muy peligrosos y hasta nefastos para nuestro país. Son el caldo de cultivo para conflictos sociales, para el surgimiento de caudillos populistas sin un plan de gobierno serio y viable, y para la inestabilidad política en general. Todo ello influye negativamente en el clima de negocios, lo que afecta tanto a los inversionistas locales como a los extranjeros.

Es necesario, por el bien de nuestro país, que esta situación se revierta. Para ello todos los implicados en casos de corrupción deben ser objetivamente investigados y sancionados ejemplarmente, conforme al marco legal vigente. Solo así la ciudadanía y los inversionistas, tanto locales como extranjeros, podrán recuperar la confianza en el Estado peruano y sus instituciones.

 

Martín Taype
28 de junio del 2018

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