Alberto Orellana

Chile como el cangrejo

Chile como el cangrejo
Alberto Orellana
09 de diciembre del 2014

¿Por qué Bachelet quiere ahora imitar a la caótica Venezuela chavista?

Cuando regresó la democracia en 1990, con Patricio Aylwin (aunque el cambio económico llegó con el dictador Augusto Pinochet), Chile ya había forjado una economía envidiable con su apertura al mundo, la libertad económica y la libre competencia. El modelo chileno permitió que la pobreza bajara del 46 al 12%, una verdadera proeza. Gracias a esa economía, Chile se acercaba cada vez más a ser un país del Primer Mundo, con una producción per cápita de aproximadamente 19,000 dólares. Antes, bastaba caminar por las calles de Chile para percibir un optimismo mayor que en cualquier otra ciudad de Latinoamérica.

Michelle Bachelet asumió su segundo mandato presidencial el 11 de marzo del 2014, en una ceremonia en la que recibió la banda presidencial de manos de Isabel Allende, hija de Salvador Allende. Después de haber aprobado un conjunto de medidas económicas polémicas, como el aumento de la carga tributaria de las empresas, y de haber iniciado una nueva política exterior de acercamiento a los regímenes autoritarios de la región, la aprobación ciudadana de la gobernante ha caído de manera sostenida. El 71% piensa hoy que la economía se ha estancado y la aprobación personal de Bachelet se ha desplomado en solo 9 meses desde un 78% a solo 37%, según la encuestadora chilena Plaza pública (CADEM).

¿Por qué se ha estancado Chile? Principalmente por querer cambiar un modelo económico exitoso por otro que ahuyenta a los inversionistas y que ya ha fracasado en Argentina, Venezuela y otros países. Según han señalado diversos expertos, Bachelet está hoy más cerca de un estado intervencionista y populista que de una nación moderna basada en la libertad económica y la libre competencia, lo cual hace recordar los años oscuros y caóticos del allendismo. Es percibida como llena de prejuicios ideológicos, y partidaria del “distribucionismo igualitario”, obsesionada en el “índice Gini” (que mide la desigualdad) en vez de concentrarse en la creación de riqueza, que es lo más importante. Corrado Gini fue estadístico italiano de principios del siglo XX, fascista en su juventud, que creó una fórmula matemática para medir la desigualdad, en la que 0 se entiende como el punto más equitativo y 1 el menos equitativo.

Constantemente Bachelet afirma que el coeficiente Gini de Venezuela es “mejor” que el de Chile, lo que es un absurdo porque nadie en su sano juicio diría que el caos chavista venezolano es mejor que la estabilidad chilena. Como consecuencia de los cambios hechos por Michelle Bachelet este año Chile terminará con apenas 1.6 o 1.9% de crecimiento económico. El modelo económico que lo llevó a ser el país estrella y modelo de crecimiento de América Latina, protagonista de la Alianza del Pacífico y de la APEC, y a ganarse un prestigio político internacional reconocido en todos los foros globales, está siendo desmontado.

Mientras tanto, en el Perú, cuando el nacionalismo populista está camino de salida, el retroceso chileno le abre a nuestro país -paradojas de la vida- una oportunidad para atraer los capitales que han congelado sus proyectos de inversión en el vecino del sur debido a la incertidumbre política que ha suscitado viraje izquierdista de Michelle Bachellet. Sin embargo, será difícil que  aprovechemos esta oportunidad ya que el actual gobierno no muestra el menor interés en mejorar el clima de inversión; al contrario, como lo acabamos de ver con el retiro reciente de varias petroleras y de la minera Anglo American-

En perspectiva, al Perú le conviene más que nuestro socio de la Alianza del Pacífico rectifique los errores políticos y retome el camino del crecimiento económico y de apertura al mundo, pues cuanto más peso político, económico y comercial adquiera ese bloque en los mercados globales, mayores beneficios obtendrá  nuestro país para ingresar nuestros productos a esos mercados en condiciones competitivas equitativas.

Por Alberto Orellana Kontoguris
(09 - dic - 2014)

Alberto Orellana
09 de diciembre del 2014

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