María Cecilia Villegas

Carlos Tapia

Carlos Tapia
María Cecilia Villegas
25 de septiembre del 2014

Respuesta al ex diputado de Izquierda Unida y ex miembro de la Comisión de la Verdad

La página web de la Comisión de la Verdad y Reconciliación nos recibe con la siguiente cita: “Un país que olvida su historia está condenado a repetirla”

Lamentablemente, no sólo hemos olvidado la historia, sino que hemos permitido que esta sea reescrita por quienes por su ideología política eran los más próximos a Sendero y al MRTA: políticos y activistas de izquierda que, en su momento, si no fueron cercanos al ‘Presidente Gonzalo’, lo miraban con admiración.

En un artículo reciente en Perú21, Carlos Tapia, ex diputado de Izquierda Unida y ex comisionado de la CVR, nos habla del terrorista Carlos Inchaustegui a raíz de su liberación. Inchaustegui, recordemos, fue quien escondió y protegió al ‘Presidente Gonzalo’ mientras Sendero cometía los más cruentos y sanguinarios crímenes.

“Nunca fue dirigente de Sendero ni sabía usar un arma de fuego.” dice Tapia. Y luego pasa a elaborar una engañosa explicación: “en realidad, la mayoría, después de pagar su pena, se ha dedicado a rehacer su vida; ya pasó el tiempo cuando se ufanaban de emboscar a policías, poner coches-bomba y degollar a los campesinos que se les oponían”

¿Quién es este columnista de Perú21? Tapia reconoció en una entrevista en el suplemento VSD, en Junio del 1989, que en 1963, cuando conoció a Abimael, él era “más radical que el propio Guzmán en el sentido de darle un curso práctico a la lucha política”. Por ello se incorporó al MIR e inició la guerrilla. Tapia confesó en dicha entrevista haber participado en actividades terroristas colocando bombas. En 1970, cuando Abimael fue detenido por atentados terroristas, siendo Tapia profesor de la Universidad de Huamanga, éste y un grupo de docentes, entre ellos el ideólogo de Sendero Díaz Martínez, suscribieron comunicados exigiendo su liberación.

Tapia tiene la gentileza de reconocer en su artículo que los terroristas “nunca aceptaron arrepentirse de sus crímenes ni pedir perdón a las víctimas.” Y sin embargo, defiende públicamente la necesidad de mantener un debate de ideas con los abogados y voceros de Abimael.

Este ex comisionado demuestra porque hay quienes sostenemos que la CVR no buscó ni la verdad ni la reconciliación. La CVR fue creada por la izquierda prima-hermana de Sendero y del MRTA para reescribir la historia sin consultar siquiera con quienes lucharon contra el terrorismo: Líderes campesinos, militares y policías. Así, la CVR concluyó, convenientemente, que el estado peruano ejecutó una política sistemática de violación de DDHH. Mientras tanto y jugando en pared, García Sayán flexibilizó el régimen penitenciario, conmutó penas y concedió indultos a terroristas confesos. Y una ideologizada CIDH nos obligó a construir un monumento, donde al lado del nombre de las víctimas colocamos el nombre de los asesinos.

Durante los años de la violencia terrorista murieron aproximadamente 23,969 peruanos. El 50% de las muertes ocurrieron en Ayacucho. Allí donde Tapia era profesor. Las víctimas eran personas como usted o como yo. Hombres, mujeres, ancianos y niños. En su mayoría campesinos pobres.

La CVR, El Ojo que Llora, el Lugar de la Memoria, el juicio contra los comandos Chavín de Huántar y la política de allanamiento ante la CIDH impulsada por García Sayán, son parte de la estrategia para reescribir la historia. Lamentablemente, a este juego se suman muchos tontos útiles y políticos irresponsables. ¿Sabe qué es lo que más llama la atención del artículo de Tapia? Que nadie se ha molestado en responderle.

Por Ana Luisa Guerrero 

25 Set 2014  

María Cecilia Villegas
25 de septiembre del 2014

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