Camisea para los peruanos

Perú no cuenta con una política energética definida y podría tener una crisis en el 2016

El 7 de abril del 2011 el entonces candidato Ollanta Humala anunció, en la Plaza Túpac Amaru de Cusco, que “nacionalizaría Camisea”. En esa oportunidad dijo: “el gas está en manos de las transnacionales y debe ser recuperado para los peruanos”. Faltan tres meses para acabar el gobierno y Ollanta Humala no ha cumplido con sus delirios “nacionalistas”. Más aún, el Perú no cuenta con una política energética definida y existe la posibilidad de tener una crisis energética a partir del 2016, debido al aumento del consumo eléctrico.

Es vital para el Perú, que el próximo gobierno renegocie el contrato de Camisea. No podemos vender el gas que producimos a México, a menos de un dólar, y comprarlo a Perú LNG a $1.50 y $2.70 por millón de BTU. El país pierde millones de dólares que podríamos usar para disminuir el déficit en infraestructura social y productiva. Además, la conducta del Consorcio Camisea tiene serios cuestionamientos en relación al pago de regalías. El Perú tuvo que demandarlo por regalías no pagadas en los años 2010-2012, por las exportaciones del Lote 56 hacia mercados no determinados en el contrato.

Perú Petro descubrió la felonía del Consorcio Camisea, y existen denuncias de que sería una práctica sistemática. El Centro Internacional de arreglo de diferencias relativas a Inversiones (CIADI) señaló que es obligación de la empresa informar a Perú Petro dónde se realizará el consumo de gas del lote 56. El CIADI falló a favor del Estado peruano disponiendo que el Consorcio Camisea pague al Estado aproximadamente 65 millones de dólares, como informaron diversos medios de comunicación el 27 de mayo del 2015. Esta afrenta nacional no mereció ninguna indagación en el Congreso, que está más ocupado liquidando adversarios políticos.

Camisea ha entregado al Estado peruano aproximadamente 7,028 millones de dólares por concepto de regalías. Cusco ha recibido 1,003 millones de dólares, aproximadamente cuatro millones de soles diarios. Lo paradójico de estas cifras es que La Convención, no tiene un hospital, agua ni desagüe. ¿Dónde está el dinero? Nadie lo sabe. La contraloría debería darnos una respuesta, pero todos sabemos que se les escapa la tortuga.

Las cifras bolivianas son diferentes. Entre los años 1999-2005 los bolivianos recibieron 2,000 millones de dólares. Siete años después de recuperado el gas por Evo Morales, el Estado boliviano obtuvo 35 veces más que el Perú, aproximadamente 10,000 millones de dólares. Deberíamos aprender de los bolivianos, superando los prejuicios ideológicos y políticos.

La renegociación del contrato de Camisea se convirtió en un tema controvertido en la campaña electoral. Alfredo Barnechea, con sólidos argumentos, demostró la necesidad de renegociar el contrato a favor del Perú; además señaló que renegociar el contrato no atenta contra la sociedad de contratos en la que el país está inmerso. Keiko Fujimori, ha declarado que toma la propuesta de Barnechea y que ella renegociará el contrato de Camisea; incluso ha señalado que nombrara una comisión especializada de expertos, que podría presidir el propio Barnechea.

PPK solo ha dicho, en términos muy vagos, que renegociará el contrato; son conocidos sus compromisos empresariales con el Consorcio Camisea. Lo real es que el sur andino no aguantará una traición más, como señalan sus dirigentes, y estamos seguros de que el gas será la chispa de varios conflictos sociales luego de la segunda vuelta.

Tino Santander Joo