María Cecilia Villegas

Caminado en sus zapatos

Caminado en sus zapatos
María Cecilia Villegas
20 de noviembre del 2014

La violencia contra la mujer es un delito que no tiene justificación alguna

Julia fue secuestrada por su expareja, amarrada a los barrotes de una cama y golpeada salvajemente durante diez días. Un policía en Tarapoto mata de un balazo a su expareja, delante del hijo de ambos, porque ella le exigió que lo reconociera. David le arrojó una olla de agua hirviendo a su ex porque se negó a volver con él, dejándole el 90% de su rostro, brazos y cuello con quemaduras de segundo grado. Joselyn fue brutalmente golpeada por su expareja cuando fue a pedirle una pensión de alimentos para sus hijos. ¿Sabe dónde están estos agresores? Libres, ya sea por falta de pruebas, por haber huido o simplemente porque la policía o un juez consideraron que el crimen no era grave.

En el Perú, la violencia contra la mujer es un problema de salud pública. Según la OMS, 69% de mujeres rurales y 51% de urbanas han sufrido violencia física o sexual. Una mujer que sufre violencia muchas veces no tiene a donde ir ni a quién acudir. En muchos casos, sacrifican su propio bienestar y se quedan en relaciones abusivas por temor de que les quiten a los hijos o para garantizar que ellos tengan casa y comida.

La violencia contra la mujer responde al control que busca ejercer un hombre sobre una mujer. Es una muestra de poder, de superioridad. Él la considera inferior y reclama su derecho de propiedad a través de la violencia, el control, la humillación o reclamando su derecho a poseerla cuando le plazca. La violencia contra la mujer es persistente en la medida en que la sociedad no la rechace. Y resulta que en el Perú, seguimos creyendo que la violencia doméstica pertenece al ámbito privado de una relación. Que es problema de ella y su marido.  En lo que va del año han ocurrido 77 feminicidios y 157 tentativas. De enero a julio se han presentado 28,942 denuncias por violencia doméstica.

Caminado en sus zapatos es un programa que busca visibilizar lo que pasa una mujer que sufre violencia, sea ésta doméstica de parte de su pareja o de su familia, acoso sexual en el trabajo o por funcionarios que la extorsionan y acosan para dejarla trabajar. Caminando en sus zapatos busca que los participantes asuman la identidad de una de las víctimas y recorran ficticiamente con ella todo el proceso desde el primer incidente de violencia sufrido hasta el final de la historia, pasando por casas de familiares, comisarías, postas médicas, albergues y juzgados. En muchos casos la historia termina con la muerte de la víctima. La idea es que las personas sientan en carne propia lo que sufre una víctima de violencia al enfrentar los obstáculos y barreras que el sistema les pone.

La violencia contra la mujer no es un tema de mujeres. Involucra a la sociedad. Para eliminar la violencia contra la mujer no es suficiente atender a las sobrevivientes. Se necesitan programas de prevención, incluir a hombres y adolescentes en la discusión y ser firmes como sociedad en rechazar la violencia contra la mujer. La impunidad y la aceptación impiden su erradicación. ¿Sabía que la violencia contra la mujer tiene enormes costos directos e indirectos? Se calcula que por cada incidente una mujer pierde 5 días de trabajo. La violencia contra la mujer es un delito que no tiene justificación alguna.

Por Ana Luisa Guerrero
(20 - nov - 2014)

María Cecilia Villegas
20 de noviembre del 2014

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