Alfonso Baella

Cálleles la boca, ministro

Cálleles la boca, ministro
Alfonso Baella
31 de octubre del 2014

Sobre la amenaza del ministro Urresti a sus antecesores y la inseguridad ciudadana

El Ministro del Interior, Daniel Urresti sorprendió a todos cuando anunció, en las últimas horas, que iniciará una investigación por lavado de activos a todos sus antecesores en esa cartera ministerial y también a los ex directores generales de la Policía Nacional.

Imaginamos que esa decisión debe haber caído muy bien en quienes más lo respalda, es decir, la pareja presidencial. El presidente y la primera dama creen firmemente –aunque equivocadamente- que la confrontación es el mejor camino del gobierno, del respeto a la opinión pública y que, exhibir esa actitud, es mostrar iniciativa política.

Más que un ánimo anticorrupción, en este caso, lo que parece mover a nuestro ministro es un espíritu expoliador, vengativo y de escarmiento. Responder con investigaciones a quienes lo critican, y amenazar con los tribunales a quienes lo desafían, no parece la mejor solución.

Coincide esto con algunas cifras oficiales publicadas por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) sobre el incremento de la delincuencia en nuestro país. Esos guarismos no son una crítica ni una bravuconada. Son la prueba más evidente de que este gobierno, como otros en el pasado, no logra articular acciones con resultados objetivos, y no sólo televisivos.

Los delitos contra la vida, el cuerpo y la salud pasaron de 24,244 en el año 2011 a 29,497 en el 2013; los delitos contra el patrimonio de 139,263 en el 2011 a 179,163 en el 2013; y los delitos contra la seguridad pública aumentaron de 19,653 en el 2011 a 34,398 en el 2013. Lo paradójico es que el Ejecutivo, desde que se inició este gobierno, ha incrementado en 40% el presupuesto para la seguridad, que hoy bordea los 6,810 millones de soles (Ver cuadro: bit.ly/132hHow ). La pregunta simple es: ¿Dónde está ese dinero?

Los ciudadanos debemos apoyar los esfuerzos de nuestras autoridades en la lucha contra la delincuencia, pero aquellas no deberían ocupar su tiempo en responder a quienes, con razón o no, critican su accionar. Los ministros de estado están para ejecutar políticas públicas no para hacer del cargo un espacio para resolver sus rencillas personales. Urresti no debe dar la impresión de intolerante. Menos aún cuando, de cumplir su amenaza, los primeros que tendrían ser investigados serían sus antecesores en este gobierno, que no son pocos.

Hay que desearle éxito al Ministro del Interior. Ojalá pueda cambiar las malas cifras que hoy miden su desempeño. El país lo pide a gritos. Y ojalá también se inspire en la persecución de Orellana Rengifo y Belaúnde Lossio. La captura de ambos sí sería un acto para callar a sus críticos más acérrimos, para el aplauso ciudadano y hasta para sorprender a los inquilinos palaciegos.

Por Alfonso Baella Herrera

31 - oct - 2014

 

Alfonso Baella
31 de octubre del 2014

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