María Cecilia Villegas

Billetera mata galán

Billetera mata galán
María Cecilia Villegas
20 de agosto del 2015

Sobre la poca transparencia en el manejo de los fondos de campaña.

Estando al inicio de la campaña electoral, el financiamiento de los partidos políticos ha sido nuevamente puesto en agenda. Y esto es sin duda algo positivo. La Ley de Partidos políticos busca arrojar transparencia sobre los aportes, aportantes y gastos de los partidos. El objetivo es limitar la corrupción y la infiltración de dinero del narcotráfico, del terrorismo y del crimen organizado en los partidos. Los casos Orellana y Belaúnde Lossio han puesto en evidencia el poco éxito obtenido.

Hemos sido testigos de varias denuncias sobre presuntos aportantes a campañas de diversos partidos que no tienen la capacidad económica para haber aportado los montos registrados. Hemos visto a gente vinculada al narcotráfico, al narcoterrorismo y a la minería ilegal financiando campañas y en algunos casos, postulando al Congreso. La ex congresista nacionalista Nancy Obregón está detenida en el Penal Santa Mónica por presuntos vínculos con el narcoterrorismo. Ella habría sido convocada por Ollanta y Nadine pese a haber estado detenida por los disturbios generados durante la marcha cocalera del 2004. Lo que muestra la falta de responsabilidad de los líderes políticos sobre quienes llevan en sus listas.

El ex presidente Toledo se habría reunido con Rodolfo Orellana en el año 2009 y de esa reunión habría salido el financiamiento de Diario 16. Toledo rápidamente salió a negar que Orellana hubiese financiado su campaña.  “El señor Orellana nunca ha financiado mi campaña (…) no es miembro ni dirigente de mi partido”, dijo. Y claro, nadie cuestiona que sea miembro o dirigente. Lo que se cuestiona es la falta de transparencia que rodea la política peruana.

Otro ejemplo es el de las agendas de la Primera Dama. En ellas se consignan cuentas que solo en el 2011 llegan a 5 millones de dólares. ¿Es casualidad que aparezcan en ellas los nombres de su ginecóloga y de su amiguísima “Chío” Calderón, y que luego ellas hayan sido premiadas una con la Embajada de Francia y la otra con un parcito de puestos en el sector público? ¿Estará ello vinculado al uso que hace la Primera Dama de su tarjeta de Crédito?

Y de esto, por cierto, no se libra ningún partido.  El segundo gobierno de García, que según varios analistas políticos habría borrado los errores del primero, como si eso fuese posible, estuvo plagado de reuniones y favorcillos a lobistas y empresarios mercantilistas. Y es que, como bien nos dijo él mismo, “la plata llega sola”. Y también llegó el Cristo del Pacífico. Mire usted nomas.

En el camino, los ciudadanos que los llevamos al poder nos sentimos desprotegidos y desesperanzados. Pero tomamos posición de acuerdo a preferencias políticas, acusamos a unos y defendemos a otros sin aceptar que todo es parte de lo mismo: la utilización de la política para fines privados.

En todos estos casos el Congreso ha convocado a los involucrados a dar explicaciones. Y la fiscalía habría abierto o estaría por abrir investigación. Y uno piensa ¿para qué? si queda claro aquí no pasara nada.

Son síntomas de una enfermedad: la falta de una democracia funcional. El Nobel de Economía Joseph Stiglitz sostiene que uno de los problemas que enfrentamos actualmente son los altos costos de las campañas: los políticos están más ocupados en recaudar fondos que en representar a sus electores. Súmele a ello la debilidad institucional del Perú.

Por María Cecilia Villegas

María Cecilia Villegas
20 de agosto del 2015

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