Diethell Columbus

BICAMERALISMO SÍ, PERO NO ASÍ…

BICAMERALISMO SÍ, PERO NO ASÍ…
Diethell Columbus
07 de febrero del 2017

Debate sobre segunda cámara se intensifica 

La mayoría de los artículos que he leído sobre la necesidad de retornar al bicameralismo parlamentario señalan que esta es la única forma de asegurarle a la ciudadanía leyes de calidad y que sean representados adecuadamente.

En la teoría, el bicameralismo es mejor que el sistema unicameral, sin embargo, la teoría también nos enseña que este tipo de medidas solo funcionan correctamente si van de la mano con otros factores, es decir, resulta una estafa decirle al ciudadano que tendremos mejores leyes o serán mejor representados solo por el hecho de tener una cámara de diputados y una cámara de senadores.

Reitero que en teoría el modelo que se plantea es lo deseable, pues las normas que sean debatidas en la cámara baja o de diputados luego deberán ser ratificadas por una segunda instancia más reflexiva e integrada por lo mejor de nuestra clase política y quizá ahí radica el desfase entre lo teóricamente deseable y la dura realidad; pues cuando se evoca con nostalgia la figura de un Senado, imaginamos que este debería estar compuesto por pensadores políticos y líderes de la talla de Víctor Raúl Haya de la Torre, Luis Bedoya Reyes, Héctor Cornejo Chávez, Luis Alberto Sánchez, Genaro Ledesma Izquieta,  o personalidades representativas de ese nivel.

Dejando de lado lo teóricamente deseable y aterrizando en nuestra cruda realidad ¿Creen que tenemos políticos que den la talla para ser postulados al Senado? Yo creo que no, salvo honrosas excepciones. Lo que si tenemos y abundan son los roba oro, los mata perros, los plagiadores de tesis, los condenados por delitos dolosos, los investigados por actos de corrupción y/o lavado de activos y mejor no seguimos con la lista para no deprimirnos más.

En este contexto, el retornar al bicameralismo puede resultar una buena opción, no obstante, creo que primero debemos abordar temas como el fortalecimiento de los partidos políticos que hoy casi no existen, pulir los requisitos para ser postulado a un cargo de elección popular y así evitar que cualquier oportunista que aporte dinero pueda imponerse ante quien lo merece por su trabajo partidario; impulsar procesos de democracia interna transparentes y no procesos amañados, entre otros temas que resultan el complemento necesario para hacer potable la idea del bicameralismo ante una sociedad que ha perdido la fe en los políticos; más aún en medio de este lodazal de corrupción ligado a Odebrecht que ha desenmascarado a los que decían ser los adalides de la democracia y a los políticamente correctos y reserva moral del país.

Vayamos por una reforma integral que siente las bases de un nuevo sistema político, pues dada la coyuntura no solo necesitamos un nuevo sistema sino también nuevos y mejores actores políticos. La tarea es difícil pero no imposible y dependerá principalmente de la preocupación y seguimiento que hagamos desde la sociedad civil.

Por: Diethell Columbus

Diethell Columbus
07 de febrero del 2017

COMENTARIOS