Dante Bobadilla

Aquí no pasa nada

Siguen creando organismos público inútiles

Aquí no pasa nada
Dante Bobadilla
03 de agosto del 2017

Siguen creando organismos público inútiles

Como diría Humberto Martínez Morosini, “aquí no pasa nada”. Este será otro gobierno para el olvido. Y lo más seguro es que nos lleve hacia atrás en todos los terrenos.

La premisa básica sigue siendo la misma: el presidente es un profeta al servicio del dios Estado, único salvador que nos llevará a la tierra prometida del desarrollo y de la salvación de todos nuestros pecados. Con esta visión, apuestan por mantener intacta la gran estructura ineficiente del Estado, incrementar los organismos públicos, dar más plata a empresas estatales ineficientes y corruptas como las EPS, aumentar los programas sociales y el gasto público, etc. En resumen: más Estado.

El único cambio anunciado es la ridícula conformación del Consejo Nacional de la Magistratura. Ojalá que no se resistan al cambio y se quiten de una vez la absurda manía de conformar consejos nacionales juntando representantes de todos lados. Y menos aún de los colegios profesionales, que solo son mafias que medran a su antojo, aprovechando la extorsión legalizada de los profesionales. Ojalá alguien tenga el valor de eliminarlos o, al menos, hacerlos voluntarios.

Desde que Alejandro Toledo y Alan García se dedicaron a la fiesta de crear un organismo público para cada problema o sector social, todo está peor. ¿De qué han servido entes insulsos como la Conapa, Sunafil, Sutran, Sunass, Susalud, Conadis, Seraju, Sucamec, etc.? Podemos hacer una lista interminable de organismos que solo han aumentado la tramitología y la extorsión al ciudadano sin aportar ninguna solución. Y no hablemos de los ministerios. PPK faltó a su promesa de reducirlos a diez. Ahora dice que juntará el Midis y el Mimp. Veremos.

Lo más cojonudo que he escuchado es que PPK pretende resolver los problemas del empleo siguiendo al pie de la letra la fórmula del fracaso; es decir, sin tocar los sacrosantos “derechos laborales”, alimentando a los sabuesos de la Sunafil y llevando la discusión al Consejo Nacional del Trabajo, donde se juntan perro, pericote y gato para nunca llegar a ningún acuerdo. ¿Se puede ser más obstinado en un esquema fallido? Para empezar, en la CNT no están representados los todos los trabajadores y mucho menos los desempleados y subempleados. Los sindicatos que se sientan allí no representan ni al 1% de la masa laboral. Solo defienden sus gollerías e intereses de grupo. ¿Qué utilidad puede tener ese mamarracho de consejo? Es patético insistir en algo que no sirve. ¿Por qué les cuesta tanto eliminar lo que no sirve? Esa es la principal tara de todos los políticos.

Los únicos felices con este gobierno son los eternos vividores del Estado; es decir, la masa de izquierda cercana al poder, los “asesores” progresistas siempre dispuestos a asaltar el presupuesto para algún “estudio”, y los miembros reales de la argolla caviar, que no paran de cobrar los favores de su apoyo en cada columna de El Comercio. Y están que se arranchan sin decoro las embajadas y las direcciones de tanto organismo público. Después de todo, para eso es que sirven estos organismos inútiles, donde lo que más abundan son asesores.

Por su parte, los medios y redes del progresismo no se hacen problemas con PPK. Mientras les siga llegando la plata fácil de la publicidad inútil del Estado, es mejor para ellos mantener el pico cerrado. Mientras sigan en el entorno de asesores palaciegos, todo será felicidad. Su único afán en la vida es seguir combatiendo al fujimorismo. No hay otra cosa que satisfaga más a estos perturbados que vivir cacareando condenas a los noventa e insultando a Keiko. Cualquier cosa que ocurra es una “reminiscencia del montesinismo”. El debate con la izquierda ya no es ideológico sino psicológico.

 

Dante Bobadilla

 
Dante Bobadilla
03 de agosto del 2017

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