Juan Sheput

¿Alumnos o simples boletas de pago?

¿Alumnos o simples boletas de pago?
Juan Sheput
01 de diciembre del 2015

Sobre la crisis educativa e institucional de la universidad peruana

Se  atribuye a Marx, en su libro 18 Brumario,  la frase “la historia se repite dos veces, a veces como tragedia, a veces como comedia”. Lo recuerdo en razón de lo que viene ocurriendo con el debate de la denominada “Ley Cotillo” que ayer, luego de un debate mediático, ha sido archivada. Esto no indica que luego no se vaya a discutir. Así como aplaudo el archivamiento, estoy convencido que la Ley 32220, más conocida como Nueva Ley Universitaria, merece algunos cambios más no su eliminación.

¿Por qué la referencia a Marx sobre la forma en que se repite la historia? Pues por la forma como se desenvuelve el Apra, partido autor del proyecto de Ley que hubiera permitido que los actuales rectores permanezcan en sus cargos.

En el año 1918 fue la llamada revolución universitaria de Córdova, en Argentina. Un año después la onda expansiva llegó a nuestro país y surgieron los estudiantes que clamaban también por reformas en el país. Acabar con autoridades corruptas y modernizar la educación así como cambiar a los profesores desautorizados, fueron algunos de los petitorios de la reforma estudiantil que se levantó en el Perú en 1919. Jóvenes de la calidad de Raúl Porras, Eloy Espinoza, Jorge Basadre, José Guillermo Leguía, Luis Alberto Sánchez tuvieron en el presidente de la Federación de Estudiantes del Perú, Víctor Raúl Haya de la Torre, al portaestandarte de sus reclamos. Qué forma de burlarse tiene la historia que, casi cien años después, es el Apra quien encabeza a aquellos que no desean cambios en el sistema universitario. La clara demostración que la historia se repite, en este caso, como comedia. Gran diferencia entre los actores políticos de estos días y aquellos que he mencionado que formaron la ilustre generación del Centenario.

Un punto aparte merece la forma como se ha desarrollado el debate en relación a la llamada Ley Cotillo. Una vez más, de uno y otro lado, ha habido una abundancia de calificaciones. Desde insultos hasta descalificaciones. Las ideas, existiendo, han sido mínimas. La oportuna intervención del Ministro de Educación Jaime Saavedra, ayudó a esclarecer lo que se discutía.

En ese sentido todos deben entender que nuestra educación universitaria está en crisis. Rectores y legisladores, así como profesores y alumnos, deben tomar nota que la solución a la crisis que atraviesa la universidad requiere del aporte de todos. No podremos ser jamás un país desarrollado si es que no se entiende que el Estado también tiene que intervenir para evitar que las universidades sigan pensando en el alumno no como un ser humano a formar sino como una simple boleta de pago.

Por: Juan Sheput

Juan Sheput
01 de diciembre del 2015

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