Victor Robles Sosa

¿Alguien reflexiona en la izquierda?

¿Alguien reflexiona en la izquierda?
Victor Robles Sosa
27 de octubre del 2015

Sobre las próximas elecciones y la orfandad popular izquierdista

Aquel que no aprende de las lecciones de su historia está condenado a repetirla. Esta es la tragedia de la izquierda peruana, que tantas veces ha pagado con el fracaso político su incontenible tendencia a dividirse y a excomulgarse entre los grupos que la conforman. Hoy no parece haber aprendido de esos fracasos, pues todo indica que en las elecciones del próximo año presentará al menos tres candidatos presidenciales.

El 8 de abril de este año, la izquierda anunció que se uniría en una gran alianza llamada Coalición Progresista Unión de Fuerzas de Izquierda (Copufi), que convocaría a todos los grupos socialistas y comunistas. A aquella presentación asistieron Yehude Simon; Salomón Lerner Ghitis, Susana Villarán, Sergio Tejada, Verónika Mendoza, Rosa Mavila, los dirigentes del Partido Comunista Unidad, de Patria Roja, del Movimiento de Afirmación Social (MAS) y muchos otros más.

Seis meses después de aquel anuncio hecho por todo lo alto, ha ocurrido todo lo contrario. Los grupos que anunciaron el frustrado Copufi se han dividido y todo indica que en las próximas elecciones habría al menos tres candidatos izquierdistas a la presidencia de la república.

La primera candidata y única presentada en sociedad -pero aún no inscrita-, es congresista cusqueña Verónika Mendoza, quien representa al bloque Frente Amplio (FA), integrado por el partido antiminero Tierra y Libertad -el único del grupo con inscripción electoral-, el Movimiento Sembrando que lidera Mendoza, el Movimiento la Gran Transformación, el partido Pueblo Unido, el Partido del Pueblo, el Movimiento Mundo Verde y la Central Única de Trabajadores (CUT).

El 15 de noviembre será elegido un segundo candidato, que representará a la coalición Unidad Democrática (UD), conformada por el partido Fuerza Social de Susana Villarán, el grupo Ciudadanos por el Cambio de Salomón Lerner, el movimiento Únete por otra democracia, el Bloque Nacional Popular, y el partido Democracia Directa (Fonavistas), que les prestará a los demás su inscripción electoral vigente, haciendo las veces de un “vientre de alquiler” electoral.

El tercer candidato de izquierda, y el único cercano al centro político, será al parecer el conductor de televisión y promotor de emprendimientos Hernando “Nano” Guerra García, quien representará al Partido Humanista Peruano (PHP) del congresista Yehude Simon. El PHP fue virtualmente echado del movimiento Únete después que el jefe de Tierra y Libertad, Marco Arana, vetó a Simon por haber sido Presidente del Consejo de Ministros del último gobierno aprista.

El tradicional caudillismo izquierdista se impone hasta ahora, pero en política todo es posible, y nadie podría descartar que al final los bloques radicales se unan en uno solo por una necesidad de sobrevivencia. La izquierda necesita llevar representantes al Congreso de la República, para no perder más espacio político del que ya ha perdido por haber apoyado a Ollanta Humala.

En todas las encuestas electorales la izquierda no aparece ni siquiera en el rubro “otros”, mientras que los candidatos del llamado elenco estable de la política, que están a favor del modelo económico y del sistema democrático, se mantienen firmes en los tres primeros lugares de las preferencias cuando faltan solo cinco meses para la elección.

Pero más allá de las alianzas, la izquierda debería reflexionar por qué se encuentra hoy en la orfandad electoral casi absoluta, y preguntarse cuáles son las razones que la mantienen divorciada del pueblo, por qué los ciudadanos le niegan su voto y prefieren dárselo a los candidatos del elenco estable.

Si reflexiona en profundidad y sin dejarse arrastrar por los prejuicios, comprenderá que donde ella ve “proletariado” y “masas empobrecidas” hay en realidad millones de emprendedores que se esfuerzan para alcanzar el éxito personal; que mientras ella piensa en modelos colectivistas las “masas” luchan por alcanzar o defender su propiedad privada; que mientras ella idolatra la economía estatista el pueblo forja mercados populares pujantes, que mientras ella promueve más y más regulaciones burocráticas los emprendedores exigen que el estado saque las manos del mercado; mientras que ella propone empoderar al burócrata los ciudadanos reclaman ser empoderados para liberarse de la burocracia que los frena.

En otras palabras, la realidad peruana ha cambiado, el Perú de hoy es un país de emprendedores en el que los jóvenes del pueblo aspiran a alcanzar el éxito y ni por asomo anhelan ser parte de un proyecto colectivista, porque ya saben lo que sus padres sufrieron cuando el país padeció ensayos políticos de esa naturaleza.

Por: Víctor Robles Sosa (@victorrobles)

Victor Robles Sosa
27 de octubre del 2015

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