Algo más que una taza de café

Cita cumbre para trazar el futuro del país

La próxima reunión entre los principales líderes políticos del país, el presidente Pedro Pablo Kuczynski y la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, debe ser más que una reunión donde las buenas maneras estén presentes: la oportunidad para definir puntos de acuerdo con visión de hacia dónde nos quieren enrumbar. Utilizo el verbo en plural porque ambos políticos son responsables de lo que se debe hacer para salir del marasmo en que nos encontramos.

El ruido político retrasa la toma de decisiones de inversión, tanto en el sector privado como en el público, porque el funcionario de mando medio no sabe si el ministro actual continuará en su cargo o será removido en la próxima interpelación. Estas acciones se reflejan en el ámbito económico. Cada punto que deja de crecer el Producto Bruto Interno representa miles de puestos de trabajo que se dejan de generar, perjudicando principalmente a los jóvenes, segmento de la sociedad que es el más impactado por el desempleo.

Recientemente fuimos horrorizados con las imágenes de jóvenes que fueron calcinados por la informalidad en que se veían forzados a laborar; pero tengamos presente que dichos jóvenes —así como otros miles que trabajan en condiciones similares— aceptan cumplir con lo que les ofrecen porque el mercado laboral se encuentra deprimido, porque no hay suficiente oferta de puestos de trabajo.

Se dirá que debe haber mayor fiscalización, lo cual es cierto; pero el problema central es cómo hacemos para incentivar la generación de puestos de trabajo formales. Y también cómo ofrecemos una formación de calidad para que los jóvenes sean más productivos.

La generación de puestos de trabajo formales se estimula disminuyendo el ruido político, promoviendo efectivamente las inversiones y respetando las leyes. También las decisiones de las autoridades, quienes fueron elegidas para ejecutar sus planes de gobierno y, por consiguiente, deben ser respaldadas en concordancia con su propuesta electoral.

Generar puestos de trabajo y disminuir la pobreza requieren también participar del debate político para hacer docencia, enseñando a la población que quienes se oponen a la inversión formal promueven, indirectamente, hechos con los ocurridos en el centro comercial Nicolini.

Cuando nos oponemos al desarrollo de los denominados megaproyectos, estén o no vinculados a la industria extractiva, estamos deteniendo la inversión de miles de millones de dólares, estamos disminuyendo los ingresos del Estado para financiar servicios de educación y salud de calidad, estamos demorando la reconstrucción y abandonando a cientos de miles de peruanos que perdieron todo a consecuencia del fenómeno de El Niño costero.

Asimismo, quienes se oponen a la inversión están dejando sin oportunidad a los jóvenes y poniendo a muchos de ellos a disposición de la delincuencia. ¿Queremos un panorama sombrío para el futuro del país? Seguro que no. En ese sentido, es positivo que PPK y Keiko se reúnan, pero el país espera que esta vez compartan algo más que una taza de café.

Guillermo Vidalón del Pino