Victor Robles Sosa

Algo huele muy mal

Algo huele muy mal
Victor Robles Sosa
31 de marzo del 2015

Las repentinas y sorprendentes piruetas políticas de Alejandro Toledo y su bancada.       

Tres hechos extraños y sucesivos, protagonizados por Alejandro Toledo, Carmen Omonte y la bancada de Perú Posible, invitan a la suspicacia política, por las circunstancias en que se producen. Pareciera que detrás de esos actos hubiese un afán de ejercer una suerte de chantaje político al presidente Ollanta Humala.

Veamos los hechos. Primero, el domingo 29 Toledo declaró al diario Correo que, siendo presidente y en plena campaña electoral del 2006, constató en persona que, en la valija diplomática de la agregada comercial de Venezuela en Panamá, se intentó introducir ilegalmente al Perú US$850,000 dólares en efectivo. Y dijo además que los servicios de inteligencia habían detectado que esa clase de envíos se estaba produciendo de manera frecuente.

Al día siguiente, la congresista de Perú Posible y ex ministra Carmen Omonte declaró a la prensa que “es poco probable” que su bancada parlamentaria vote contra el pedido para censurar al Gabinete Ministerial que preside su colega parlamentaria Ana Jara.

¿Coincidencia que Toledo y Omonte hagan declaraciones que perjudican a Humala y al gobierno después que la Fiscalía decidió acusar al líder chakano del presunto delito de lavado de activos a instancias de la procuradora Julia Príncipe? En política no hay coincidencias.

Al parecer Toledo le ha enviado dos mensajes a Humala: Se mucho sobre el dinero que llegaba de Venezuela durante la campaña del 2006, y la bancada de Perú Posible puede sumarse a la oposición para censurar al Consejo de Ministros.

Pero a despecho de las amenazas entre líneas, a la hora de votarse la censura en el Congreso la bancada toledista se alineó en apoyo del Gabinete Jara. La pregunta emerge sola: ¿Qué ocurrió en las últimas horas que hizo cambiar de posición a Perú Posible? ¿Acaso el gobierno separará de su cargo a la procuradora Príncipe, tan incómoda a Toledo? ¿El presidente Humala volverá a reunirse con el Fiscal de la Nación interino, Pablo Sánchez, y luego también serán cambiados los fiscales del caso Ecoteva? Ya veremos qué sucede en los próximos días.

En cualquier caso, llama la atención que el ex presidente haya declarado sobre esos envíos ilegales de dinero venezolano nueve años después de ocurridos los hechos. ¿Por qué esperó tanto tiempo para hacerlo? ¿Cuánto más sabe sobre esos envíos? ¿Por qué no denunció el caso en su momento como una intromisión del régimen chavista en el proceso electoral peruano?

La oposición en el Congreso tiene aquí una rica veta para investigar la penetración chavista en la política peruana y también sobre la presunta percepción de dinero ilegal en la campaña electoral del actual presidente en el 2006. Toledo ha puesto en el disparadero político a Humala y, de paso, se ha puesto él mismo en esa situación.

Una vez más, el ex presidente se ha dejado arrastrar por esa compulsión recurrente que le hace hablar primero y pensar después; una compulsión que en el caso Ecoteva lo ha puesto al borde de ser llevarlo al banquillo de los acusados y eventualmente a una prisión. Y aún así no aprende.

Por Víctor Robles Sosa
31 - Mar - 2015

Victor Robles Sosa
31 de marzo del 2015

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