Alejandro Toledo y el próximo huaico

El ex presidente debería estar en prisión preventiva

Alejandro Toledo es un hombre con mucha suerte. Se podría decir que los huaicos de las últimas semanas también han cubierto la investigación y el pedido de prisión preventiva del Ministerio Público contra el ex presidente. Se puede decir que también ha cubierto otros casos relacionados a la trama corrupta de las empresas brasileñas; pero cuando todos los reflectores estaban sobre Toledo, por cosas del destino, se apagaron abruptamente.

Para el Fiscal de la Nación Pablo Sánchez “está absolutamente probado que Alejandro Toledo cometió delito”. Es decir, para la justicia peruana el ex presidente es culpable de haber recibido millones de soles por parte de Odebrecht para la construcción de obras de infraestructura. Sin embargo, como se dice, Toledo pasa piola. ¿Cuál es la razón?

El fiscal Sánchez también agrega que simples “trámites administrativos” que impone la justicia de los Estados Unidos evitan que Alejandro Toledo esté en una prisión de forma preventiva, mientras duren las investigaciones. No obstante, estimado lector, a quien más beneficia que Toledo no enfrente a la justicia es al presidente PPK y a su gobierno. ¿Por qué? Algunos sostienen que PPK estaría involucrado —directa o indirectamente— en el caso de la construcción de la Carretera Interoceánica. Para muchos es inexplicable que PPK, entonces ministro de Economía de Toledo, no supiera de los entretelones de la negociación; sobre todo porque el monto era sumamente exagerado y además que ya había una renuncia de por medio (la de Luis Carranza, entonces viceministro del MEF).

Le toca a la justicia peruana y a sus instituciones corroborar si el presidente PPK estuvo involucrado o no en todo este asunto, o si estaba al corriente de lo que pasaba detrás de la negociación. Sin embargo, el solo hecho de que PPK figure como testigo o como investigado debilitaría la figura presidencial y al gobierno en pleno, ahora que muestra síntomas de recuperación luego de una bajada sostenida durante varios meses

Si Toledo llega a ser encarcelado de forma preventiva por la justicia peruana se convertirá en otro huaico para el gobierno. La imagen de otro presidente preso no solo es lamentable, sino que alteraría aún más el escenario político. Es obvio que el ex presidente se aferrará a su defensa y gritará su inocencia en todos los rincones; también es claro que el chakano buscará negociar o llegar a un acuerdo para no presentar pruebas ni indicios que comprometan de manera directa al gobierno ni al presidente. Al fin y al cabo PPK fue una persona de suma confianza en el gobierno de Toledo.

Iván Arenas