Diethell Columbus

Aceptemos nuestra responsabilidad

Aceptemos nuestra responsabilidad
Diethell Columbus
11 de abril del 2017

Le estamos dando autoridad a ladrones

Así como Odebrecht puso en la agenda política la necesidad de iniciar una cruzada frontal contra la corrupción enquistada en el aparato público, hoy tenemos que el escándalo suscitado en torno al gobernador regional del Callao, Félix Moreno, obliga a que retomemos con urgencia el debate sobre una reforma político-electoral que impida que malos elementos lleguen al poder para servirse del Estado en lugar de servirlo. No obstante, cabe preguntarnos: ¿acaso antes de Odebrecht no había corrupción en el Perú? ¿Acaso antes de la detención del gobernador Moreno no había la necesidad de impulsar la mencionada reforma?

El problema, estimado lector, no es Odebrecht o Moreno, somos nosotros que nos dejamos convencer en el sentido de que los problemas en nuestro país son coyunturales y, por ende, no les prestamos la atención debida. Por ejemplo, la corrupción no nace con las “propinas” que llegaron a ritmo de samba; por el contrario, la corrupción es un problema estructural arraigado no solo en el aparato público, sino también en nuestra idiosincrasia. Y quizá esto último sea lo más complicado de solucionar, habida cuenta que no se cambia la forma de pensar de una colectividad con leyes, decretos legislativos o reglamentos.

Lo mismo ocurre con la reforma político electoral. Pedimos que se apresure este proceso para que no se repita lo ocurrido con el gobernador Moreno. Sin embargo, poco o nada nos importa que existan políticos que ofrecen en alquiler los partidos que tienen “en propiedad” para que sean usufructuados por cualquier aventurero que se sienta con suerte para tentar un cargo de elección popular. Y si bien eso no es corrupción, si es una estafa al electorado.

Por otra parte, si te indigna que tengamos varios gobernadores regionales procesados por actos de corrupción y ahora exiges una reforma urgente ¿por qué no reclamaste eso mismo cuando varios medios de comunicación informaron que teníamos congresistas y otras autoridades condenadas por proxenetismo o contrabando? Aceptémoslo: no solo son los malos políticos y autoridades que tenemos, sino que nosotros también somos responsables de lo que hoy nos ocurre. Esto, en gran medida, por no saber ejercer adecuadamente nuestro derecho al sufragio.

Finalmente, no olvides que el ladrón de la calle elige a quien robarle, pero al ladrón con autoridad lo elegimos nosotros. Es tiempo que asumamos nuestras responsabilidades ¿Estás de acuerdo?

Diethell Columbus

Diethell Columbus
11 de abril del 2017

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