Franco Germaná Inga

2017 de sorpresas

Política, corrupción y fútbol

2017 de sorpresas
Franco Germaná Inga
06 de diciembre del 2017

Con el espíritu navideño en ciernes, puedo concluir que el 2017 ha sido un año de sorpresas en todo el sentido de la palabra. Se dictó prisión preventiva para el expresidente Toledo, se encarceló a la ex pareja presidencial Humala-Heredia y a los empresarios socios de Odebrecht en el Perú, Kenji se volvió un personaje, Alianza Lima volvió a campeonar y Perú clasificó al mundial.

 

En cuanto a Lava Jato, este 2017 ha sido testigo de cómo los ex presidentes Toledo y Humala, otrora los hombres más poderosos del país, cayeron en desgracia, y de cómo las cabezas de las constructoras más importantes y renombradas los acompañaron en su destino. Ello se puede leer de dos maneras. Por un lado, genera indignación y vergüenza que personas poderosas en el país, ya sea política o económicamente, hayan potencialmente incurrido en hechos delictivos. Hace que sintamos que el Perú ha perdido la batalla contra la corrupción. Por otro lado, es precisamente la sanción a los peces gordos lo que certifica que el Perú ha madurado como un Estado de derecho, en donde todos somos iguales ante la ley. Ni más, ni menos.

 

Sobre Kenji, algo se trae entre manos. ¿Quizás una candidatura al 2021? No se sabe, pero es obvio que desafía abiertamente a su hermana como lideresa de Fuerza Popular y al partido en su conjunto. Él es un caso interesante porque resulta, a todas luces, el fujimorista más Albertista que hay; sin embargo, ha logrado lo que parecía imposible, ya que incluso la centro-izquierda lo ve con buenos ojos. Él se ha forjado una imagen de tendedor de puentes y progresista, en suma, de “chinito buena gente”. Kenji ya ha sido suspendido dos veces de sus derechos partidarios y quizás el 2018 sea el año de su expulsión definitiva de la naranja mecánica. Quizás sea lo que está buscando para jugar su as bajo la manga.

 

Finalmente, el fútbol. Alianza merecidamente vuelve a la cima, pero sobretodo Perú vuelve a la cita mundialista. ¡Qué me iba a imaginar ver a mi selección en un mundial! No aguanto las horas para comprarme mi álbum de figuritas y cuidarlo como oro, no se sabe cuándo volveremos a gozar de estos placeres. Definitivamente lo mejor del año fue la alegría causada por la selección, el patriotismo sano, la unión y lágrimas de felicidad no nos los quitará nadie.

Franco Germaná Inga
06 de diciembre del 2017

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