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Las dos Limas y el Mudo

Las dos Limas y el Mudo
Víctor Andrés Ponce
13 de marzo del 2015

Otra vez la polarización distancia la ciudad oficial mesocrática de la popular emergente.

Contra cualquier pronóstico, la artillería pesada por aire, mar y tierra contra Luis Castañeda Lossio durante los dos primeros meses de su gestión, antes que debilitarlo, sigue incrementando su aprobación popular como nunca antes en la historia de las administraciones municipales de Lima. Según Datum, la popularidad del Mudo ha crecido de 63 puntos en febrero a 71 en el presente mes; y en los sectores populares se disparó un impresionante 90%. ¿Cómo explicar este fenómeno? Una primera ojeada del problema nos recuerda la polarización que hubo en la campaña electoral municipal pasada, en la que se revelaron abismos insondables entre una Lima oficial y mesocrática y otra  Lima popular y emergente que se levanta en los conos de la ciudad. Las distancias entre estas dos metrópolis se alargan a pesar de la explosión de las tecnologías de la comunicación.  Por ejemplo, en el tema del transporte, un sector de la Lima mesocrática ha asumido el criterio de que la gestión de Susana Villarán dejó las bases de una “Reforma”, no obstante que los corredores planteados aumentaron el vía crucis de los sectores emergentes para movilizarse, debido a la celeridad e improvisación con que se formularon. Al no haber rutas y buses alimentadores, los costos y el tiempo de transporte se incrementaron considerablemente. En este contexto, ¿los sectores populares pueden percibir una “reforma de transporte” en curso?

Muy por el contrario, el Metropolitano y el tren eléctrico, de una u otra manera, son percibidos por los sectores emergentes como los únicos proyectos que apuntan a terminar con la cultura combi en la ciudad.

Creer que estos sectores apoyan al Mudo porque “promueve la informalidad con la cultura combi” es una visión clasista de los primeros segmentos socio-económicos que cree que la ciudad empieza por la calle que pasa por su residencia y llega hasta su lugar de trabajo. ¿Acaso no se imaginan que el peor suplicio de los ciudadanos es el transporte? ¿Cómo podrían los sectores emergentes apoyar el camino al GÓLGOTA que padecen todos los días?

Asistimos a una reedición de la polarización de la pasada campaña municipal, con la mayoría de medios tradicionales defendiendo una “reforma de Transporte” que los emergentes no entienden, y un alcalde metropolitano que se mimetiza con el humor de los conos hasta conseguir un impresionante 90 % de respaldo, cerca de la unanimidad.

Quizá Luis Castañeda Lossio, hoy más que nunca, tiene que explicar porque su gestión y los sectores emergentes consideran que no hay “reforma de Transporte”, para evitar que los precipicios sigan creciendo entre las diferentes Limas que no están separadas por océanos ni cordilleras.

Por Víctor Andrés Ponce

13 - Mar - 2015

 

Víctor Andrés Ponce
13 de marzo del 2015

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