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¿Cómo sucedió lo del contralor?

Alguien pretendió emular al Montesinos de los noventa

¿Cómo sucedió lo del contralor?
Víctor Andrés Ponce
03 de julio del 2017

Alguien pretendió emular al Montesinos de los noventa

Que el contralor general de la República, Edgar Alarcón, no merece quedarse un solo minuto en el cargo es una verdad incuestionable. Que el Congreso hace bien en agotar el debido proceso —más allá de las estrategias de demolición del extremismo antifujimorista— para evitar posibles contraataques, es otra verdad del tamaño de una estrella. Y que el contralor es el resultado más concentrando del envilecimiento de la política y el espacio público que desarrolló el nacionalismo es otra verdad inconmensurable.

Sin embargo luego de un año de gobierno dividido entre un Ejecutivo de pepekausas y un Congreso de fujimoristas, emerge una interrogante que preocupa en extremo, ¿cómo pudo suceder lo del contralor? A estas alturas es evidente que en la gestión de Alarcón, de una u otra manera, alguien pretendía emular al Vladimiro Montesinos de los noventa. Se comienza a hablar, incluso, de que existiría una videoteca en la que se escucharía la voz de congresistas y diversos personajes públicos.

Los hechos y las especulaciones mencionados no solo son responsabilidad directa del nacionalismo, sino también del pepekausismo y el fujimorismo. El haber permitido que este tipo de prácticas se extendiera durante un año es demasiado para una democracia que avanza al borde una crisis de gobernabilidad. Debería entonces haber una explicación.

Y una vez más, más allá de los intentos de seguir golpeando al adversario en medio de la polarización, es evidente que la responsable de esta situación es la propia polarización. De alguna manera la confrontación lo envolvió todo, y el hecho de que se grabara a tres ministros y que dos de ellos renunciaran por los audios nos indica que más pudo la confrontación que los asuntos de la gobernabilidad.

En otras palabras, en medio de una polaridad política extrema la democracia acrecienta sus fragilidades y se vuelve vulnerable. De allí que desde esta columna siempre hayamos sostenido que el extremismo antifujimorista que busca vetar la existencia de Fuerza Popular en el sistema democrático, y que ha logrado influir en la administración pepekausa y en la coalición mediática antinaranja, es uno de los principales problemas de la gobernabilidad.

Ese mismo extremismo, que engordó de la ubre nacionalista en el quinquenio pasado y que tiene mucho que ver con el encumbramiento de Alarcón, hoy golpea al Congreso para echarle el bulto de los despropósitos de la Contraloría. En todo caso, es la estrategia de guerra sin cuartel de todos los extremismos.

En los noventa, por ejemplo, uno de los ejes de la estrategia del montesinismo para controlar el Estado era impulsar a todo trapo la polaridad gobierno versus oposición, inventaba conspiraciones (ahora vacancia presidencial) para evitar cualquier posibilidad de diálogo y entendimiento con los sectores no gubernamentales, mientras sembraba el Estado con grabaciones y sombríos funcionarios.

Ahora, en el caso de Alarcón, si bien no existe un mando central de los despropósitos, es evidente que alguien se ha montado en las olas de polaridad fujimorismo versus antifujimorismo, de Ejecutivo versus Legislativo, para ir sembrando las oficinas del Estado con estas grabaciones. Y algo que también preocupa en demasía: a los políticos y a los medios no parece importarle que alguien haya pretendido emular al Montesinos de los noventa. Así están las cosas.

Y otro hecho que pone la piel de gallina: Alarcón ha sostenido que luego de su destitución del cargo se queda en la Contraloría en una oficina encumbrada. ¿Algo así puede suceder? Desconocemos el derecho administrativo, pero un personaje como el mencionado no debería permanecer en la administración pública un solo día. En todo caso, el asunto no termina con la destitución de hoy, sino que el nuevo contralor o encargado tiene mucho trabajo que realizar.

 

Víctor Andrés Ponce

Víctor Andrés Ponce
03 de julio del 2017

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