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Chávarry detuvo un golpe institucional

Entre el parte de guerra y el análisis político

Chávarry detuvo un golpe institucional
Víctor Andrés Ponce
23 de julio del 2018

 

El Perú padece una guerra política. No hay balas, ni muertos, ni heridos, pero es una guerra. La semana pasada la democracia estuvo al borde del abismo. Un sector político, bajo la envoltura del periodismo —de la imagen del mensajero, negando su índole de actor— pretendió utilizar los audios que desnudaban un repudiable tráfico de influencias en el sistema de justicia para lanzar a las masas contra el Congreso y adelantar las elecciones. Si el plan máximo no prosperaba, entonces el mínimo era evitar que una facción politizada en la Fiscalía de la Nación —liderada por Pablo Sánchez— abandonara el poder en el Ministerio Público.

Casi lo consiguen. Sin embargo, en las instituciones hubo madurez. Los partidos convergieron en el Congreso y removieron a los miembros del CNM, Duberly Rodríguez renunció al Poder Judicial y el sistema de justicia comenzó a procesar y a encarcelar a los implicados. Quizá gracias a esas rápidas reacciones y el intento de la izquierda chavista de apropiarse de las banderas contra la corrupción, las masas convocadas no pasaron de los cinco mil personas. La democracia parecía darse un cierto respiro.

Un aparato oscuro —que debe ser investigado al término de la distancia— dosificaba los audios y presentaba a sus enemigos en el Congreso, en la Fiscalía y el Poder Judicial, sosteniendo conversaciones intrascendentes con los implicados en el tráfico de influencias. En el acto, una avalancha mediática, una turba de titulares, cámaras y micrófonos, demolía al ocasional interlocutor. Así se pretendió evitar que Chávarry asumiera la Fiscalía de la Nación. Así también se pretende embarrar a Ángel Romero, un juez supremo no caviar, para restarle posibilidades en la titularidad en el Poder Judicial.

Hubo de todo y se escribió uno de los capítulos más tristes del periodismo. Sin embargo, la firmeza de Chávarry, mirando a los ojos y de frente a Pablo Sánchez, evitó que el putch pasara. En el acto, el nuevo Fiscal de la Nación retiró a Hamilton Castro, el alfil de Sánchez, y unificó el caso Lava Jato bajo la batuta del Fiscal Rafael Vela. Todos sabemos que solo un hombre honrado puede enfrentar a una avalancha mediática y callejera tan poderosa. ¿O no? Tremendo signo (ojalá no nos equivoquemos). Y Chávarry lo hizo. No le tembló el pulso. Esperó que se acumularan las imprecisiones mediáticas y la Fiscalía aclaró todas las leyendas y mitos que se armaron en su contra: desde el votó 3 a 2 (fue 4 a 1) hasta la patinada a dos piernas de Pedro Cateriano acerca de que Chávarry debía jurar ante Vizcarra.

El domingo, un sector de medios se distanciaba de la estrategia que buscaba destruir la imagen del nuevo fiscal. La República parecía quedarse en solitario, pero las preguntas se agrandaban. ¿Qué nos había pasado, por ejemplo, para convertir a IDL-Reporteros en un paradigma de la democracia y el periodismo de investigación, cuando esta entidad solo se difunden los audios y los expedientes que un sector de la Fiscalía procesa selectivamente en contra de otro sector político (y que también pretende judicializar a los empresarios nacionales)? ¿En qué momento el periodismo se convirtió en sinónimo de acción política?

La presencia de Chávarry en la Fiscalía será una inyección de equilibrio, sobre todo en una institución cuya errática conducta en el caso Lava tiene mucho que ver con la crisis de gobernabilidad luego de las elecciones nacionales. Desarrollando un reduccionismo, por ejemplo, sin una Fiscalía politizada quizá la renuncia de PPK habría tenido un trámite diferente.

El capítulo del putch solo es otro capítulo de una guerra prolongada. Hoy, debemos recordar lo que solían decir los clásicos de la guerra: para defender la paz (la democracia), hay que estar preparados para la guerra. El resto es necedad. Y la guerra solo se gana en ofensiva, de lo contrario muchos serán jalados de las narices al escenario chavista.

 

Víctor Andrés Ponce
23 de julio del 2018

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